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El desconocido mundo submarino de Aysén y Magallanes

La apuesta apunta a aprovechar el turismo sustentable durante todo el año, permitiendo fortalecer negocios vinculados al Turismo de Intereses Especiales asociados a las bellezas escénicas que “se esconden” sumergidas en fiordos y canales de la Patagonia


El proyecto pretende atenuar la marcada estacionalidad de la demanda del turismo nacional, que se concentra en enero y febrero. Esta iniciativa abre nuevos destinos de buceo para practicarlo en cualquier época del año


Un pulpo se desplaza con agilidad a través del bosque de macroalgas en busca de su alimento compuesto por crustáceos y moluscos que captura mediante sus tentáculos. Esa es una de las múltiples imágenes que un aventurero turista podrá disfrutar en una experiencia outdoor extrema gracias a un proyecto de turismo sustentable que se ejecutará en las regiones de Aysén y de Magallanes.


La apuesta apunta a aprovechar el turismo sustentable durante todo el año, permitiendo fortalecer negocios vinculados al Turismo de Intereses Especiales asociados a las bellezas escénicas que “se esconden” sumergidas en fiordos y canales de la Patagonia.


La propuesta reconoce el hecho de que las actividades submarinas recreacionales son una innovadora alternativa de diversificación e innovación que aún no han sido desarrolladas de acuerdo al gran potencial que presenta la macrozona de fiordos y canales de la Patagonia. Este potencial, advierten, se refleja en la creciente demanda existente en áreas con similares características donde la industria del turismo submarino de aguas frías genera importantes ganancias económicas.


Los destinos de turismo submarino de aguas frías del Hemisferio Sur que presentan canales y fiordos cobran relevancia. A modo de ejemplo, el Parque Nacional Fiorland, en Nueva Zelanda, tiene 1,26 millones de hectáreas, superficie sustancialmente menor que la zona de fiordos y canales de la Patagonia chilena. El parque neocelandés recibe alrededor de 560 mil visitantes al año, 80% de los cuales son extranjeros, y genera ganancias por 228 millones de dólares.


Además, pertenecer a un macrodestino turístico como es la Patagonia, con un importante posicionamiento de marca, implica acceso a canales de comercialización y mercados de manera más efectiva. Esto también involucra un desafío en diferenciación de la oferta turística con Argentina, ya que sólo el territorio chileno de la Patagonia presenta ecosistemas de fiordos y canales que no se encuentran en el lado argentino.


Las bellezas sumergidas


“Sumergirse al fin del mundo: herramientas para posicionar la macrozona de fiordos y canales de la Patagonia como destino del turismo submarino de aguas frías” se denomina el proyecto que encabeza el magister en Ciencias Ernesto Davis y que cuenta con el financiamiento de la Corporación de Fomento (Corfo).


El proyecto investigativo del Centro Regional Fundación Cequa pretende unir esfuerzos entre organismos públicos y privados, con el objetivo de aprovechar atractivos que hasta ahora no están siendo abordados por el sector turístico. Es ahí donde surge la posibilidad de incorporar al buceo con una alternativa de interés para el turismo tanto en Aysén como en Magallanes.


Las acciones a seguir consideran la participación del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), a través de sus Direcciones regionales de Aysén y de Magallanes, representadas por Gabriel Inostroza y Lorena Araya, respectivamente.


La doctora Paola Acuña, directora ejecutiva del Centro Regional Fundación Cequa, señala que ese organismo a través de todos y cada uno de sus proyectos de investigación pone sello en esta realidad social que tiende a la descentralización, potenciando las particularidades territoriales, generando valor a la cadena eco-socioeconómica local (ecológica, social y económica) en este caso la macrozona de fiordos y canales patogónicos, que a mi entender no tiene parangón en varios aspectos.


“Este proyecto se puede considerar pionero en su objetivo. Se basa en la investigación científica, responde a un nicho de acción que no había sido explorado, ofrece un producto turístico que rompe con la estacionalidad, genera y transfiere conocimiento a la comunidad en general, inculca responsabilidad para un desarrollo turístico sustentable y releva el patrimonio natural de nuestra zona austral”, refuerza.

Entre las acciones a seguir para posicionar este nuevo producto turístico se incluyen instrumentos de difusión para la promoción, difusión y posicionamiento del turismo submarino de aguas frías; mesas de trabajo cuyo objetivo sea la promoción y generación de nuevos negocios; transferencia de los resultados generados a los asociados para transferir las herramientas que desarrollen el turismo submarino; estrategias de vinculación y masificación de los resultados a los diversos actores involucrados en el sector turismo; y generación de proyectos concretos que involucren a los beneficiarios atendidos.

Diversificar la oferta turística


Según la Estrategia Nacional de Turismo 2012-2020 del Gobierno de Chile, para ampliar el volumen de turistas recibidos y elevar su nivel del gasto es necesario diversificar la oferta posicionada en el extranjero, para lo cual se deben realizar esfuerzos de promoción que incluyan un mayor número de productos turísticos con características diferenciadoras.


Otro punto importante que abarca el proyecto está referido a atenuar la marcada estacionalidad de la demanda del turismo nacional, que se concentra principalmente entre enero y febrero. Esta iniciativa opera positivamente en la distribución de la estacionalidad, ya que en la actualidad –y con la masificación de trajes de baños secos- el buceo en aguas frías puede practicarse sin inconvenientes y, con ello, abriendo nuevos destinos de buceo para practicarlo en cualquier época del año.


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